miércoles, 29 de mayo de 2013

Aguirre, Francisca

Francisca Aguirre nació en Alicante el 27 de octubre de 1930. Su padre era el pintor Lorenzo Aguirre. A Francisca le tocó pasar la niñez y la juventud en plena guerra civil pero la posguerra fue todavía más dura ya que a finales de 1940 su padre fue encarcelado, primero en la prisión de Hondarribia, en San Sebastián y más tarde en la de Porlier, en Madrid, tanto Francisca como sus hermanas fueron de un colegio de monjas para hijos de presos políticos a otro. En 1942 la dictadura del régimen del general Franco lo condenó a muerte y lo ejecutó mediante garrote vil en la prisión de Porlier. Las tres niñas volvieron a la casa que, en 1940, alquiló su abuela materna en la calle de Alenza, nº 8 y en la que Francisca sigue viviendo. La Guerra Civil y la muerte de su padre marcaron para siempre su vida y la vida de toda su familia. Empezó a trabajar a los 15 años y lo hizo en la industria privada desde 1945 hasta 1963 pero nunca abandonó su profunda formación autodidacta.  Se hizo socia del Ateneo de Madrid y empezó a acudir a distintas tertulias literarias, por un lado la tertulia poética del Aula Pequeña del Ateneo, dirigida por el poeta José Hierro, y por otro la tertulia teatral del Café Gijón liderada por el dramaturgo Antonio Buero Vallejo. En 1957, en una de las sesiones de la Tertulia del Aula Pequeña del Ateneo, conoció al poeta Félix Grande, con el que se casó en 1963. En 1965 nació la hija de ambos, Guadalupe Grande, también poeta.
En una de las tertulias conoció al poeta Luis Rosales quien, a partir de ese momento, se convirtió en un maestro de vida y pensamiento, este le pidió que formase parte del equipo de redacción del diccionario enciclopédico que dirigía junto a Dámaso Alonso. Aunque no había dejado de escribir poesía, la influencia de estos grandes de la literatura la llevará a quemar su obra anterior y escribir el libro de poemas Ítaca y con el que obtuvo en 1971 el premio de poesía Leopoldo Panero. A partir de 1971 trabajó en el Instituto de Cultura Hispánica como secretaria de Luis Rosales. En  1977 recibe el premio Ciudad de Irún por su libro Los trescientos escalones. A partir de ahí no dejó de publicar y recibir premios, tanto poesía como La otra música, Premio Galiana, como relatos Que planche Rosa Luxemburgo. En 1995 publicó su libro de recuerdos titulado Espejito, espejito y ese mismo año obtuvo el XV Premio Esquío de Poesía con su libro titulado Ensayo general.

BIBLIOGRAFÍA
Ítaca 1972.
Los trescientos escalones 1977.
La otra música 1978.
Ensayo General 1996.
Pavana del desasosiego 1999.
Ensayo General. Poesía completa 1966-2000  2000.
Memoria arrodillada. Antología 2002.
La herida absurda 2006.
Nanas para dormir desperdicios 2008.
Historia de una anatomía 2011

Relato:
Que planche Rosa Luxemburgo 2002

No ficción:
Espejito, espejito 1995

PREMIOS:
Premio Leopoldo Panero, 1971
Premio Ciudad de Irún, 1976
Premio Galiana, 1994
Premio Esquío, 1995
Premio María Isabel Fernández Simal, 1998
Premio de la crítica valenciana al conjunto de su obra, 2001
Premio Alfons el Magnànim, 2007
Premio Internacional Miguel Hernández, 2010
Premio Nacional de Poesía, 2011